lunes, 21 de abril de 2014

Crisis alimentaria mundial: ¿Estamos preparados los venezolanos para enfrentarla?

 
Ing.MSc. Vicente Contreras

Según los índices de precios de los alimentos de la FAO, el valor promedio de los alimentos se incrementó entre el año 2000 y el año 2013 en 230%, esto equivale a un incremento interanual promedio de un 17,7%. 

Cualquiera pudiera pensar que ese índice es comparable por ejemplo al de inflación, sólo que los alimentos se consumen y agotan en unidades de tiempo tan cortas como un día y tan previsibles como las reservas de alimentación de un país. 

Si seguimos haciendo las cosas como venimos haciéndolas seguro que nunca vamos a estar preparados para enfrentar una crisis alimentaria mundial. De hecho, los grandes avances y cuantiosas inversiones hechas en Venezuela son frenadas por lo que evidentemente reflejan intereses contrarios al Estado Venezolano, a la Seguridad Agroalimentaria, Independencia y Soberanía Nacional. 

Sobre los fundamentos de la Ley del Plan de la Patria 2013 – 2019 y la interacción con productores, tanto del Proceso Bolivariano como de la oposición, la enorme complejidad que esto significa y la transformación necesaria, es urgente la revisión, rectificación y reimpulso, entre otros: 
  1. Saneamiento de la administración, atención a los casos de corrupción, a la burocracia inoperante y a las decisiones que han permitido: desfalcos, contratos leoninos en contra del Estado, demora en el otorgamiento de créditos, acciones aberrantes divorciadas de las poíticas de Estado, descensos abruptos de la producción en rubros estratégicos, la desarticulación del aparato productivo diezmando la capacidad instalada de plantas procesaroras del espíritu socialista, la falta de producción de materia prima, la exclusión de los productores primarios y campesinos de parte del beneficio de la agregación de valor, la inoperatividad de empresas socialistas para la plataforma de servicios agrícolas y provisión de insumos; los negocios que se han generado a través de familias y mafias en nombre de del “Poder Popular”. La desarticulación de la producción con las cadenas de comercialización en términos de ganancia justa, y la falta de pago oportuno por las cosechas, entre otros. 
  2. Fomentar el modelo venezolano de producción: materias primas locales para la fabricación de alimentos para animales diferentes a la soya, el maíz, la harina de pescado y las oleaginosas importadas. Esto tiene que hacerse desde la base de productores afectados y ajustado a sus realidades locales. 
  3. La agregación de valor a los productos y subproductos en el campo como la forma sustentable para generar trabajo, riqueza y arraigo. 
  4. El fomento de la acuicultura continental y marina sustentada con recursos y tecnologías nacionales. 
  5. El fomento de la porcicultura y avicultura con modelos locales y sustentada en sistemas amigables con el ambiente, con la producción de materias primas y alimentos locales. 
  6. La apertura al comercio exterior de porcentajes de la producción agrícola a quienes hayan demostrado para el consumo interno volúmenes y calidad satisfactorios. 
  7. El fomento e impulso de sistemas semi intensivos e intensivos, sustituyendo los sistemas extensivos de producción bovina, revisión y adecuación de las leyes de protección de vientres. 
  8. Revisar el estatus de los espacios productivos recuperados y establecidos así como las plantas procesadoras que se han innagurado a nivel nacional y actuar sobre ellos en función de sus resultados. 
  9. Revisar el estatus de las plantaciones de palma africana, ampliar la superficie y facilitar la aplicación de tecnologías agroecológicas.
  10. Emprender un plan nacional de producción y transformación de frutas y hortalizas tropicales a gran escala. 
  11. Emprender un plan nacional de producción de especias y condimentos. 
  12. Emprender un plan nacional de producción de cutivos forrajeros estratégicos con fines de alimentación animal. 
  13. Vincular los planes concatenadamente con otras instituciones del Estado y que le otorguen prioridad y celeridad en su ejecución 
En los que va del año 2014, el índice de precios de los alimentos alcanzó un promedio de 212,8 puntos en el mes de marzo es decir, 4,8 puntos o un 2,3 % más que el mes anterior y el nivel más alto registrado desde mayo de 2013. El aumento del mes de marzo se debió en gran medida a las condiciones meteorológicas adversas que afectaron a algunos cultivos y a las tensiones geopolíticas en la región del mar Negro. En general, salvo en lo que respecta al índice de precios de los productos lácteos, que disminuyó por primera vez en cuatro meses, los demás índices de precios de productos básicos registraron una subida, siendo el azúcar y los cereales los productos que más han aumentado. 

Para el mes de marzo del 2014, discriminando los cinco grupos de alimentos que la FAO toma en cuenta para generar los valores, y comparando estos valores con los del mes de febrero, se tiene que:
  • El índice de precios de los cereales promedio de 205,8 puntos 10 puntos más o 5,2% mayor; segundo mes en que se registra un aumento considerable. 
  • El índice de precios de los aceites vegetales promedio de 204,8 puntos 7 puntos más, 4,5% mayor; el nivel más alto registrado en 18 meses. 
  • El índice de precios de los productos lácteos promedio de 268,5 puntos 6,9 menos o 2,5% menor. 
  • El índice de precios de la carne promedio de 185 puntos 2,7 puntos más o un 1,5 % mayor. 
  • El índice de precios del azúcar promedio de 253,9 puntos 18,5 puntos más o 7,9 % mayor. 

Cuando se analizan las causas de los incrementos de precios es evidente la incidencia de la dependencia “reflejando el buen ritmo de las importaciones de cereales”; en todos los incrementos en los grupos de cultivos intervienen factores climáticos: “la prolongada aridez en el centro y sur de los Estados Unidos, y el clima desfavorable en algunas zonas del Brasil”; efectos del prolongado clima seco en el sudeste asiático; “informes sobre el fenómeno climático El Niño”; “condiciones atmosféricas secas que afectaron la producción tanto en Australia como en los Estados Unidos”; “Los precios del azúcar siguieron fortaleciéndose con la preocupación de que disminuyeran los suministros para la exportación provenientes del Brasil y Tailandia, debido a la sequía y a una menor producción de caña de azúcar, respectivamente. 

Otros factores que influenciaron el incremento de los precios han sido: Las tensiones geopolíticas en la región del mar Negro, en particular la incertidumbre respecto de los cargamentos de cereales provenientes de Ucrania, los precios del arroz fueron, en general, estables; los escasos inventarios de aceite en Malasia y la posibilidad de que aumentara el consumo interno en Indonesia, los precios internacionales para los aceites de soja, girasol y colza también se fortalecieron. Aunque los incrementos de la carne bovina se debió a factores climáticos, sobre la carne de cerdo incidió el virus de la diarrea epidémica porcina. 

Sobre el concepto de los alimentos como “producto comercial” es normal observar como el documento habla de precios fortalecidos por importaciones, precios fortalecidos por la estabilidad de la demanda. Conceptos que se refuerzan cuando explican la disminución del costo por asuntos meramamente de comercio: “La solidez del mes pasado se originó con la subida repentina de los precios del trigo y el maíz”, “La demanda de todos los productos lácteos se ha visto afectada por la reducción de las compras por parte de China y la incertidumbre sobre el comercio con la Federación de Rusia. Además, la prolongación de la temporada en Nueva Zelandia y el buen comienzo del año para los lácteos en el hemisferio norte se han traducido en un incremento de los suministros para la exportación. El producto lácteo que sufrió la disminución más acentuada de su precio fue la leche entera en polvo, reflejando en particular el menor interés de China para la compra.”